Diferentes formas para tener tu pelo sano.
Una de las grandes demandas de belleza de siempre es poder presumir de pelazo. Mucha gente acude a salones de belleza para poder restaurar su cabello y tenerlo sano, bonito y brillante. Pero de nada sirve hacerte un tratamiento y sanearlo y luego no llevar a cabo una serie de pautas en casa. Desde aquí le traemos la guía definitiva para lucir pelazo este 2020 desde, ¡ya!.
Las mujeres llegan a su máxima belleza a los 40 años.
Cortar por lo sano.
Lo primero de todo es acudir a la peluquería para sanear las puntas del cabello. De esta forma el pelo crecerá sano y no se partirá, además de lucir cuidado. Una de las tendencias de 2020 es la infinidad de cortes tendencia que hay (bob, long bob, shaggy…), atrévete a lucir alguno de ellos.
No abusar de las herramientas de calor extremo.
Aunque es normal que se usen planchas, secadores, tenacillas, etc, para tener el cabello deseado, hay que dejar estas herramientas para de vez en cuando. Hoy en día, que se lleva de moda todo lo vintage, también se están rescatando técnicas antiguas para el cabello, como por ejemplo, dormir con una trenza pulida o un moño no muy tirante, y por supuesto, evitar a toda costa dormir o salir a la calle con el pelo mojado.
Lavar el cabello correctamente.
Resulta que hemos estado lavándonos el pelo mal toda la vida, o al menos ahora recomiendan otro tipo de pautas. Es totalmente válido usar dos champús para diferente cometido, por ejemplo, un anticaspa y un antifrizz, ya que ambos actuarán para su propósito y sería perfectamente compatible. También hay que aplicar las mascarillas y acondicionadores con el pelo húmedo, previamente secado con una toalla con ligeros toquecitos, porque si se hace con el pelo mojado, el producto resbala por el cabello y no realiza su función, incluso, pudiendo reducir el tiempo de exposición.
Además, hay que seguir dos pautas más: no lavar el pelo más de los necesario y no abusar del champú seco, porque a la larga causa residuos en el cuero cabelludo.
La alimentación importa.
Todo lo que comemos influye en nuestro cuerpo, por eso hay que llevar una alimentación sana y equilibrada. En el pelo actúan proteínas, hierro y vitaminas, por tanto, una dieta rica en esos nutrientes hará que nuestro pelo gane en salud, y por supuesto, que no le falte la hidratación bebiendo mucha agua.
La grasa arrastra a la grasa.
Al decir aceite para el pelo, lo primero que se piensa es, cabello graso, pero no es así. El uso de aceites naturales en el pelo antes de lavarlo ayuda a eliminar la grasa y aportar nutrición al mismo. Elígelos de coco, de almendra, de oliva…
El gran olvidado.
El cuero cabelludo se ve bastante perjudicado con el día a día, acumulando residuos y haciendo que el pelo se vea estropeado e incluso llegue a caerse más de lo normal. El uso de productos específicos para esta zona, tales como exfoliantes capilares, mantendrán el cuero cabelludo limpio y, por tanto, el cabello más sano.
Un cepillo para cada ocasión.
Aunque la mayoría de estilistas recomiendan un cepillo de cerdas anchas, hoy en día existen diferentes tipos de cepillo, adecuado para cada tipo de pelo (largo, rizado, fino, húmedo…). Si el cabello está húmedo, se recomienda peinarlo con cuidado, y desenredarlo de medios a puntas e ir subiendo.
Almohadas reinventadas.
Al dormir, como nos movemos, se crea fricción entre la almohada y el pelo, haciendo que este se encrespe y se pueda partir incluso. Se recomienda el uso de almohadas de seda, que ayuda a reducir este tipo de fricción y es un material más respetuoso con el cabello.
Con las toallas, a la hora de secarlo, igual, hay que reducir al máximo la fricción, y secar el pelo a pequeños toquecitos, sin restregar la toalla por los mechones.
Siguiendo todas estas pautas, se podrá tener un pelo bonito y cuidado, solo hay que ponerlo en práctica y ser constante.