Las comunidades autónomos de Andalucía, Baleares, Cataluña y Extremadura han impuesto el uso obligatorio de mascarillas. Una decisión que viene a prevenir los brotes que están surgiendo en España y que podrían derivar a un nuevo episodio de confinamiento.
Los brotes que han ido surgiendo sobre todo en Lérida y Lugo han puesto en alerta a muchos municipios que temen que vuelva a decretarse un estado de alarma y un nuevo confinamiento, algo que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, no descartaba, aunque sería como último recurso.
Cataluña ha sido la primera que lo ha impuesto, desde el pasado jueves sus ciudadanos son obligados a llevar la mascarilla en espacios públicos, aunque se cumpla la distancia de seguridad de 1,5 metros. Una medida impuesta tras el rebrote en Lérida que ha obligado a confinar a todos sus habitantes.
Baleares ante el temor de un rebrote dada la proliferación de fiestas y botellones ilegales, impone el uso obligatorio a sus ciudadanos a usar mascarillas tanto en espacios público como en los privados.
La mascarilla deberá usarse como norma general en bares y restaurantes excepto en el momento en que debe quitarse para comer o beber
Extremadura también ha impuesto esta medida, ya que preocupan los contagios que se producen en fiestas o comidas de amigos, y sobre todo los botellones, que ha provocado que los nuevos casos de coronavirus sean de jóvenes.
La última en sumarse a esta medida ha sido Andalucía, que aunque no es una de las comunidades que está en una situación límite como ha expresado el presidente de la Junta de Andalucía, Juanmma Moreno, lo mejor es prevenir.
El lunes el comité técnico médico analizará la obligatoriedad, y en caso de que esta se apruebe, sería de carácter inmediato y se aplicaría al día siguiente o 48 horas después.
La multa por no llevar la mascarilla será de 100 euros, aunque la cuantía podría llegar hasta los 6.000 euros