No solo las oficinas del SEPE o la Seguridad Social se han visto desbordadas por el coronavirus y el cierre de sus oficinas, el coronavirus también ha afectado a las autoescuelas y a la propia DGT, que tras casi 3 meses de parón ha provocado muchos problemas a miles de alumnos que estaban preparándose para sacarse el permiso de conducir.
Unos 130.000 alumnos siguen a la espera para poder examinarse, es decir, un retraso de unos 4 meses para que todos esos alumnos puedan realizar los exámenes para poder sacarse su permiso, y eso es sin contar los nuevos que se preparan para sacárselo este verano.
Desde la Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Seguridad Vial (Formaster), reclaman que se aumente la plantilla de examinadores.
3 meses de parón que no solo provocará daños a las autoescuelas, también a sus alumnos, ya que muchos de ellos deberán realizar nuevas prácticas para poder afrontar con garantías el examen práctico.
La preocupación de las autoescuelas es que las Jefaturas de Tráfico y Centros de Exámenes de la DGT no puedan soportar el gran número de alumnos que siguen pendientes de examinarse, sobre todo las pruebas prácticas, tras las nuevas medidas que se han adoptado por el coronavirus que ha reducido el número de alumnos que pueden presentarse, pasando de 150 a no más de 60.
Con esta limitación de alumnos y el déficit de examinadores que arrastran desde hace años, tras no cubrirse las bajas y jubilaciones, aumentará más aún la lista de espera.
Este tapón para poder examinarse, puede significar que muchas autoescuelas cierren definitivamente al no poder aceptar nuevos alumnos hasta los que ya tiene en lista de espera puedan presentarse.
