Kiko Hernández ha celebrado su más agridulce cumpleaños de manera fugaz y discreta en Santander con sus familiares y amigos.
Kiko no tenía ganas de celebrar su cumpleaños, pero sus compañeros de Sálvame le quisieron celebrar una fiesta por todo lo alto en el plató, cosa que enfadó muchísimo al colaborador, sobre todo al ver que en la tarta ponía 50 y no 44 que era la edad que cumplía.
Acabó tirando la tarta por el suelo y por encima de sus compañeros.
El colaborador contó que no está siendo un buen año para él, ya que no lo pasó muy bien durante el confinamiento, sufriendo incluso ataques de pánico, que su amiga Mila Ximénez esté enferma y su otra amiga Marta López haya sido despedida por la polémica creada han sido claves para él, por lo que necesita desconectar e irse de vacaciones.
En la tarde de ayer, Mila Ximénez sorprendió a todos al aparecer en el plató de Sálvame para darle una sorpresa a Kiko Hernández por su cumpleaños.
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“Te quiero mucho y te echo de menos, quería decírtelo personalmente y darte un abrazo”
Además, Mila demostró que no le falta fuerza en su lucha contra el cáncer, y que lo va a combatir porque tiene que seguir cumpliendo años ella también.
Poco a poco, la colabora va recuperándose y, como ella misma dice, tiene muchas razones para vivir y personas que la quieren tener viva, que ella no quiere llevar una vida de enferma, ella quiere gritar al mundo que ha superado el cáncer.
El miércoles se somete a una prueba importante que determinará el avance del tratamiento, pero ella tiene claro que si sale mal, es solo un tropiezo, que continuará subiendo los escalones de dos en dos si hace falta.
Tras estas palabras, sus compañeros acabaron muy emocionados, sobre todo Kiko, que dejó a un lado su mal humor de cumpleaños y se vino abajo con su amiga.