Inicio Famosos Kiko Rivera desvela que sigue teniendo dependencia emocional con las drogas

Kiko Rivera desvela que sigue teniendo dependencia emocional con las drogas

Foto: Mediaset

A principios de 2019, Kiko Rivera confesó que tenía adicción a las drogas, una dura etapa en la que su mujer, Irene Rosales, no se apartó de su lado ni un solo instante.

 

El hijo de Isabel Pantoja le confesó a Jorge Javier Vázquez que lo pasó muy mal durante esa época, que superó a través de ayuda médica y su mujer, además de echarle mucho valor. También añadió que sus episodios de depresión vienen, en parte, de esta etapa.

 

La pasada noche, Kiko Rivera acudió a »Sábado Deluxe» y contó que aún sigue siendo dependiente de las drogas aunque no consuma ni de lejos. Kiko lo pasa realmente mal con esta dependencia, que tiene presente a diario, que le limita su vida y no puede llegar ni a dormir y acaba llorando.

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Esto es lo que ha terminado por convencerle para dejar de trabajar en el mundo de la noche, ya que así no puede caer tan fácilmente en la tentación, ya que mientras trabajaba le ofrecían drogas en determinadas ocasiones.

 

Además, Paquirrín ha dicho que siempre tiene el tema presente, y que a lo largo del tiempo ha llegado a recaer varias veces, aunque ahora está »limpio». Lo que más le preocupan son los constantes pensamientos negativos, ya que no podría soportar volver a caer en el abismo.

 

Kiko Rivera ha estado estas semanas en el punto de mira por la filtración de unas infidelidades a su mujer Irene, donde reconoce que una de ellas es cierta, que fue en la época en la que la madre de Irene estaba muy mal e iba a fallecer. Por ello, Kiko se siente enormemente culpable, ya que ella se lo ha dado todo y él la ha traicionado.

 

La infidelidad ha estado muy presente en la vida de Kiko, sobre todo bajo la influencia de las drogas, que lo desinhibían y no podía controlarse.

 

Reconoce sentirse bastante hundido ahora mismo, como él mismo dice, »está hundido en el subsuelo». Se siente un fracaso y no se tiene ningún amor propio actualmente, ni se siente orgulloso de todo lo que ha conseguido, por lo que no consigue levantar cabeza.