El 1 de enero de 2021 finaliza la prórroga que minimizaba hasta final de año el impacto de las nuevas pruebas de emisiones, denominadas WTPL, por lo que a partir de esa fecha el Impuesto de Matriculación subirá.
La Comisión Europea puso en marcha un nuevo test de consumo y emisiones WLTP para evitar que se producirán más encádalos de emisiones de vehículos como los casos más sonados de Wolkswagen, donde las emisiones reales de los coches eran muy superior a lo que se especificaba en a la ficha del vehículo.
Estas nuevas pruebas, mucho más rigurosas daba valores de contaminación entre un 20% y 30% superiores a las pruebas convencionales, esto se traduce en que en España se incremente el precio del vehículo entre un 5% aunque en algunos casos puede llegar al 10%.
¿Por qué? El Impuesto de Matriculación se calcula basándose en las emisiones de CO2, sí un vehículo emite menos de 120 g/km de CO2, está exento de pagar este impuesto, ahora bien, si las emisiones están entre los 120-160 g/km CO2, deberán pagar un 4,75%, entre 160 – 200 g/km CO2 y si es superior a los 200 g/km CO2 entonces deberán pagar un 9,75%.
Como medida para evitar que la venta de vehículos se desplomara aún más y dar margen al sector mientras se abordaba la reforma fiscal del automóvil, en 2018 el Ministerio de Industria aprobó un factor de corrección para evitar este aumento de la cuantía el Impuesto de matriculación, un factor que a final de año expira y que debido a la pandemia del coronavirus se ha aparcado, aunque desde el ministerio aseguran que se está analizando la situación para solventar este problema que pueden encontrarse las personas que vayan a comprarse un coche en 2021.
El sector del automóvil está bastante preocupado si no se aborda este problema antes de que finalice la prórroga, ya que puede ser un factor que desmoralice a las personas para adquirir un nuevo coche a pesar de las ayudas del Programa Renove que el Gobierno ya ha puesto en marcha.