La emisión del primer capítulo del documental Rocío, contar la verdad para seguir viva’ ha desvelado algunos detalles de la vida privada de la hija de Rocío jurado.
Rocío Carrasco ha roto su silencio tras 25 años, en el primer capítulo de su documental ha hablado de cómo conoció al padre de sus dos hijos, Antonio David Flores.
Fue un verano de 1994 en el municipio gaditano de Chipiona. Eso sí Rocío ha evitado nombrarlo, seguramente para evitar alguna posible demanda de este, pero si ha contado como fueron aquellos primeros meses de relación con el que sería su futuro marido y padre de sus hijos.
Sus padres, Pedro Carrasco y Rocío Jurado nunca vieron con buenos ojos a Antonio David, llegaron a suplicarle que no se fuera de casa cuando cumplió los 18 años, advirtiéndole que Antonio David le iba a arruinar la vida.

Te va a arruinar la vida y vas a volver con una barriga
Sin embargo Rocío hizo caso omiso y se marchó al municipio de Argentona para vivir una vida junto a Antonio. Desde el principio le llegaron informaciones sobres infidelidades por parte de él.
El infierno que vivió junto a Antonio David Flores.
Los primeros meses todo fue bien, sin embargo pronto se empezó a dar cuenta que las advertencias podían ser verdad.
Cuando Rocío se encontraba en rehabilitación tras sufrir un accidente de tráfico, fue cuando comenzó su infierno. Empezaron las agresiones verbales:
Inútil, de no sirves para nada, estás gorda, eres tonta…
La doble cara de Antonio David.
Antonio David era muy diferente cuando había una cámara de por medio, donde todo era felicidad, sin embargo de puertas para dentro la cosa era otra. La cosa se fue torciendo e incluso llegó a la agresión física. Aunque él siempre le pedía perdón y ella lo terminaba perdonando.