Ambos productos pueden adquirirse en los supermercados y son utilizados para bajar de peso. Pero ¿Funcionan de verdad? ¿Cuál es mejor?
Buscar adelgazar de una forma rápida y sin apenas sufrir haciendo ejercicio y pasar hambre es el «pan de cada día» de muchos, que si llega el verano, que si tengo que perder lo que he cogido con las barbacoas, que me he hinchado a polvorones esta navidad etc etc.
La cola de caballo, la espirulina son productos que se presentan como una solución exitosa para conseguir ese cuerpo de diez que buscamos. Pero, ¿cómo de efectivos son estos productos?
La cruda realidad.
Aunque muchos te pueden decir que funcionan, es una «verdad» a media, porque solo funcionan si son combinados con una dieta y ejercicio. Es decir son un complemento para ayudarte a perder algo más, pero solo si se está trabajando en ello. Como milagro no funcionan.
Diferencias entre Espirulina y Cola de Caballo.

Espirulina.
Esta alga «mágica» es un 75% de proteína, por lo que incluirla en una dieta que tiene como objetivo adelgazar es muy aconsejable. Además, posee minerales y y vitaminas como la A, E, D, B1, B2, B3, B6, B12, hierro, zinc, ácido fólico y ácidos grasos esenciales. También contiene Omega 3 y ácido gamma linoleico, dos componentes esenciales a la hora de llevar una alimentación antiinflamatoria.
Cola de Caballo.
La forma más conocida de tomarla es en té, aunque también se venden en pastillas. Tiene propiedades diuréticas. Se utiliza más para eliminar toxinas, ya que con la Cola de Caballo se suele orinar mucho más, de ahí sus propiedades diuréticas. Además ayuda a mantener la piel y el caballo.
Realmente no ayuda a perder peso por así decirlo, lo único que ayuda es a eliminar ese sobrelíquido que el cuerpo retiene. Es decir bajas de peso, pero de agua, no de grasa que al fin y al cabo es lo que buscas.
Descubren un fármaco para bajar de peso con resultados espectaculares